Descripción del eje temático 11: Crítica de la cultura y la vida cotidiana

El desarrollo capitalista ha convertido o está en posibilidad de convertir en mercancías a la totalidad de valores de uso creados por la naturaleza y producidos por el ser humano. La realización del mundo del capital a costa de la represión y degeneración del mundo humano, al atomizar a los individuos y erosionar los lazos comunitarios, imposibilita la potencial reconciliación del ser humano con el mundo y con la naturaleza. La cultura en general y el arte en particular, así como las distintas prácticas (alimentarias, sexuales, lúdicas y de convivencia en general) que conforman la experiencia de todos los días de quienes habitan el inhóspito mundo de la sociedad burguesa, se encuentran atadas al mecanismo automático de la valorización del valor. Ante la impotencia de las posturas culturalistas y de las tesis posmodernistas para dar cuenta cabal de tales situaciones y su radicalización frente a la crisis contemporánea mundial del capitalismo neoliberal, se vuelve apremiante recordar que la crítica marxista de la sociedad burguesa ha insistido en una crítica particular de su industria cultural, así como de las formas y contenidos represivos con los que el capitalismo produce, expresa y afirma identidades, y lo ha hecho desde una concepción materialista de la cultura sustentada en la producción, reproducción y desarrollo de la vida humana.